El secretario de Salud, David Kershenobich, afirma que después de inmovilizar las mezclas de la empresa SAFE no se han registrado más infecciones. Excepto un menor de 14 años, todas las víctimas son bebés prematuros
El secretario de Salud, David Kershenobich, ha ampliado este martes el área afectada por el brote de Klebsiella oxytoca a tres entidades. El Gobierno ha confirmado que, en total, han fallecido 17 niños por el impacto de esta bacteria: tres en Michoacán, uno en Guanajuato y los 13 que ya estaban registrados en el Estado de México. Excepto un menor de 14 años, todas las víctimas son bebés prematuros. El funcionario ha afirmado que no se han encontrado nuevas infecciones relacionadas con este brote desde que se suspendieron las mezclas de nutrición parenteral producidas por la empresa SAFE el 3 de diciembre. “Es muy difícil que vayan a ocurrir más casos porque se inmovilizó la fuente de contagio”, ha dicho Kershenobich.
El brote de Klebsiella oxytoca se ha convertido en la primera crisis de salud del Gobierno de Claudia Sheinbaum. Con muy poco tiempo de diferencia, 35 niños hospitalizados en tres Estados distintos, todos conectados a la llamada Nutrición Parenteral Total (NPT), un sistema de alimentación intravenosa, se pusieron muy graves. La mayoría eran bebés prematuros, con bajo peso y sistemas inmunes debilitados. La infección por esta bacteria, superresistente a los antibióticos, causó la muerte de 17, mientras que el resto de los recién nacidos sigue en observación, algunos muy delicados. En el Estado de México, tres de los bebés todavía ingresados dieron positivo a otra bacteria, la Enterobacter cloacae, pero las dos infecciones provenían de la misma fuente: una contaminación en las bolsas de NPT.
El secretario de Salud mantiene como causa del brote las mezclas que prepara la compañía SAFE Productos Hospitalarios SA de CV, en su central de Toluca, la capital del Estado de México. La empresa distribuye a muchas partes del país, ha dicho Kershenobich, por eso lanzaron una alerta epidemiológica en todo México e inmovilizaron todas las soluciones de nutrición parenteral preparadas a partir del 21 de noviembre. En concreto, el Gobierno ha identificado cuatro lotes como origen probable de la bacteria.
El 29 de noviembre instalaron un comando operativo para encontrar casos en otros Estados y así llegaron a los nueve de Michoacán y los seis de Guanajuato. “Las fechas de inicio en los brotes es similar al del Estado de México con el mismo agente causal, la Klebsiella oxytoca, y el mismo patrón de resistencia. Se solicitó el envío de cepas al Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE) para realizar los estudios. Se confirmó que la empresa proveedora era la misma y que vienen de la central de mezclas de Toluca. Este hallazgo refuerza la hipótesis de que en algún punto del proceso de elaboración de las soluciones ocurrió una contaminación”, ha explicado el funcionario.
El Gobierno todavía no sabe en qué parte de la cadena pudo originarse el brote de Klebsiella oxytoca y Enterobacter cloacae. El sábado, la Secretaría de Salud informó que en su primera inspección no había encontrado restos de la bacteria en la empresa de Toluca. Sin embargo, Kershenobich ha asegurado: “Con la inmovilización preventiva de la NPT se detuvo la exposición, no hemos vuelto a tener un caso”. El secretario ha dado como fecha prevista para el cierre oficial del brote el próximo 16 de diciembre.
Estas bacterias, que habitualmente viven en nuestro organismo, son calificadas de “oportunistas”. Su riesgo comienza cuando pasan, por ejemplo, al torrente sanguíneo, como ha sucedido con estos 17 niños. Son muy hábiles para pegarse a las superficies, a los instrumentos médicos (como catéteres) y también a los medicamentos. Kershenobich ha calificado de “ambiente ideal” de crecimiento para las enterobacterias esta alimentación parenteral, “debido a su composición rica en azúcares, aminoácidos y grasas, y además, se tiene que dar por catéteres centrales o periféricos lo que supone una vía directa de entrada para las bacterias”.
Ángel, un bebé nacido el 12 de noviembre en el hospital Mónica Pretelini, de Toluca, es uno de los 35 niños reportados por la Secretaría de Salud en este brote. Su madre, Silvia, ha contado a EL PAÍS que el pequeño, que nació prematuro y estaba tomando nutrición parenteral, se puso muy grave de un día para otro: “Tenía temperatura alta, ya estaba tomando leche y se la retiraron, lo volvieron a intubar con ventilador, estuvo sedado durante 3 o 4 días con varios medicamentos, entre ellos fentanilo”. Los médicos probaron varios antibióticos pero no funcionaron. Estas bacterias superresistentes se han convertido en uno de los principales problemas médicos. Algunos estudios científicos pronostican que podrán estar detrás de más de 200 millones de muertes en todo el mundo en los próximos 25 años.
Tras la identificación de la bacteria y la administración de un antibiótico más fuerte, Ángel ha empezado a mejorar. El microorganismo que le está afectando es el Enterobacter cloacae que, de momento, no ha causado fallecidos, aunque proviene de la misma fuente de contaminación del brtoe de Klebsiella. Ángel y otros tres bebés siguen aislados.
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